Problemas digestivos en tu bebé: qué es normal y cuándo preocuparse (guía práctica)


Introducción: calma, observación y criterio

El sistema digestivo del bebé está en pleno desarrollo. Por eso, gases, regurgitaciones, heces cambiantes o llanto vespertino son frecuentes y, muchas veces, normales. Aun así, es lógico que tengas dudas: ¿hasta dónde es normal? ¿Cómo aliviarlo? ¿Cuándo hay que consultar?

En esta guía encontrarás una visión clara y práctica para entender los trastornos digestivos más comunes durante el primer año, con pautas de manejo en casa, señales de alarma y cuándo pedir ayuda profesional. Nuestro objetivo: que ganes tranquilidad y un plan de acción sencillo.


1) Cómo funciona el sistema digestivo del bebé (en dos minutos)

  • Inmadurez digestiva: el esófago, el estómago y el intestino todavía están madurando; los esfínteres se cierran peor y el vaciamiento gástrico es más lento.

  • Microbiota en construcción: el ecosistema intestinal se forma progresivamente. Cambios de alimentación, antibióticos o infecciones pueden alterarlo.

  • Ritmos y señales propias: cada bebé tiene un patrón de hambre, sueño y eliminación distinto. Compararlo con otros suele generar más ansiedad que ayuda.

Qué implica en la práctica: más gases, regurgitaciones, heces variables y, a veces, llanto. No todo es patológico.


2) Qué es normal (y qué no) en el día a día

Gases y barriga hinchada

  • Normal: gases tras las tomas, barriga algo distendida que cede, alivio al expulsar.

  • No normal: hinchazón que no baja, abdomen duro y dolor intenso persistente, fiebre o vómitos. Consultar pediatra.

Regurgitaciones / reflujo fisiológico

  • Normal: “bocanadas” de leche tras la toma sin malestar; ganancia de peso adecuada.

  • No normal: llanto intenso con arqueo, rechazo de tomas, estancamiento ponderal, tos crónica o sibilancias. Valorar reflujo patológico.

Heces y colores

  • Normal: en lactancia materna, heces amarillas/mostaza, semilíquidas, varias al día o ninguna durante días (si están blandas). En fórmula, más formadas y menos frecuentes.

  • No normal: heces con sangre roja (consultar pediatra), heces blancas/grisáceas (urgente), diarrea acuosa persistente con signos de deshidratación.

Estreñimiento

  • Normal: esfuerzo corto con heces blandas; intervalos largos sin dolor en lactancia materna exclusiva.

  • No normal: heces duras tipo “bolitas”, llanto al defecar, fisuras o sangre. Requiere intervención.

Diarrea

  • Normal: 1–3 días de heces más líquidas por cambio de fórmula/alimentos o dientes (debatido), con buen estado general.

  • No normal: diarrea acuosa abundante con fiebre, mucosidad o sangre, vómitos y decaimiento. Vigilar hidratación y consultar pediatra.

3) Cólico del lactante: qué es y qué puedes hacer

Se define como episodios de llanto intenso en un bebé sano, más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana, durante al menos 1 semana, típicamente entre las 3–12 semanas de vida, a menudo por la tarde-noche. Su causa es multifactorial (inmadurez nerviosa y digestiva, gases, sobreestimulación).

Qué ayuda en casa:

  • Rutina y previsibilidad: luz tenue por la tarde, reducir estímulos.

  • Método “contención + movimiento”: porteo ergonómico, balanceo suave, paseo.

  • Masaje abdominal en el sentido de las agujas del reloj y ejercicios de piernas (bicicleta).

  • Pausas para expulsar gases durante la toma. (recomendable revisar toma si es caótica y con chasquido).


  • Contacto piel con piel y “ruido blanco” a bajo volumen

Qué valorar con profesionales: agarre y postura al pecho/biberón, posible disfunción orofacial, disbiosis, intolerancias/ALPV en casos seleccionados.


4) Reflujo: fisiológico vs. patológico

  • Fisiológico: regurgitaciones sin dolor ni alteración del crecimiento. Suele mejorar hacia los 6–12 meses.

  • Patológico (ERGE): dolor, llanto con arqueo, rechazo de tomas, tos nocturna, escasa ganancia ponderal.

Pautas conservadoras:

  • Tomas más cortas y frecuentes.

  • Mantener erguido 20–30 minutos tras la toma.

  • Revisar tamaño de tetina (demasiado flujo traga aire, demasiado lento frustra).

  • Valorar alergia a proteína de leche de vaca (APLV) si hay otros signos (dermatitis, sangre en heces, mucosidad persistente).

Consultar si no hay mejoría o hay signos de alarma (dolor intenso, sangrado, pérdida de peso).


5) Estreñimiento en bebés: causas frecuentes y plan de acción

  • En lactancia materna exclusiva: poco frecuente; si ocurre y la hez es blanda, no suele ser estreñimiento real.

  • Al introducir fórmula o alimentación complementaria: puede aparecer por cambio de composición o baja ingesta de agua/fibra.

Qué hacer:

  • Asegurar cantidad de líquidos adecuada (según edad).

  • Si ya toma sólidos: frutas ricas en fibra soluble (pera, ciruela, melocotón), verduras (calabacín, brócoli), legumbres bien cocidos y aceite de oliva crudo en pequeña cantidad.

  • Movilidad suave: gateo, juego en el suelo, bicicleta con piernas.

Consultar si hay heces duras, fisuras con sangre, dolor al defecar o estancamiento.


6) Diarrea aguda y signos de deshidratación

La mayoría son víricas y autolimitadas.

Plan en casa:

  • Priorizar hidratación: tomas frecuentes de pecho; en fórmula, ofrecer a demanda. En más mayores, suero de rehidratación oral (SRO) si lo recomienda su pediatra.

  • Alimentación habitual si la tolera; evitar zumos y bebidas azucaradas.

  • Vigilar pañales: cuántos moja; signo indirecto de hidratación.

Señales de deshidratación (consultar):

  • Menos pañales mojados, boca seca, llanto sin lágrimas, somnolencia marcada, fiebre alta persistente, sangre en heces.

7) Alergia a proteína de leche de vaca (APLV) e intolerancias: cuándo sospechar

Podría sospecharse APLV si se combinan: dermatitis persistente, mucosidad y/o sangre en heces, vómitos, irritabilidad marcada y pobre ganancia ponderal. No todos los reflujos o cólicos son APLV.

Qué no hacer por tu cuenta: dietas de exclusión sin valoración profesional. En lactancia materna, una eliminación guiada y temporal en la madre puede ser útil si está indicado; en fórmula, opciones extensamente hidrolizadas bajo supervisión del pediatra.


8) Pautas prácticas para aliviar molestias digestivas en casa

  • Agarre y postura en la toma: pedir revisión si hay dolor al mamar, chasquidos o ingestas muy largas.

  • Pausas de eructo a mitad y final de la toma.

  • Portear tras las tomas (posición vertical).

  • Masaje abdominal diario y juegos de movimiento suave.

  • Ambiente tranquilo nocturno: luz cálida, rutina corta y predecible.

  • Introducción de sólidos (si toca por edad): lenta, de uno en uno, observando tolerancia 2–3 días.

  • Evitar sobrealimentar: respetar señales de saciedad.

9) Señales de alarma: consulta sin demora si aparece

  • Fiebre alta persistente o decaimiento importante.

  • Vómitos verdosos (biliosos) o con sangre.

  • Heces blancas/grisáceas o sangre visible.

  • Deshidratación: menos pañales mojados, boca seca, llanto sin lágrimas.

  • Dolor abdominal continuo con abdomen duro.

  • Pérdida de peso o falta de ganancia adecuada.

10) Cómo te ayudamos desde Therapeutes (enfoque PNI y pediátrico)

  • Evaluación integral: alimentación, patrón de sueño, entorno, agarre/postura, introducción de sólidos y antecedentes.

  • Plan personalizado: ajustes en tomas, postura, masaje, rutinas, y en su caso valoración de microbiota y apoyo nutricional adecuado a la edad.

  • Acompañamiento: seguimiento para adaptar el plan conforme madura su sistema digestivo.

11) Preguntas frecuentes (7 respuestas desarrolladas)

1. Mi bebé regurgita después de casi todas las tomas, ¿es normal?
Sí, muchas regurgitaciones son fisiológicas. Si el bebé está contento, gana peso y no tiene dolor importante, suele ser normal y mejora con el tiempo. Mantenerlo erguido tras la toma y revisar agarre/postura ayuda. Consulta si hay dolor intenso, rechazo de tomas o estancamiento de peso.

2. ¿Cómo diferencio cólico de “solo gases”?
En el cólico hay episodios de llanto intenso, difícil de consolar, a menudo vespertino, en un bebé por lo demás sano y con crecimiento normal. Los gases mejoran con eructos, masaje y posturas; el cólico requiere además regular estímulos, rutinas y contención. Si dudas, que lo valoremos juntos.

3. Lleva días sin hacer caca, ¿es estreñimiento?
En lactancia materna puede pasar varios días sin defecar y ser normal si, cuando lo hace, la hez es blanda y el bebé está contento. Es estreñimiento si hay heces duras, dolor o fisuras. En ese caso revisamos hidratación, alimentación (si ya hay sólidos) y pautas de ayuda.

4. ¿Puedo usar probióticos para gases o cólico?
Depende del caso y la evidencia específica de cada cepa. A veces se recomiendan cepas concretas y a dosis precisas. No todos los probióticos valen para todo. Mejor valorar primero y pautar uno adecuado, si procede.

5. ¿Cuándo introducir agua y qué cantidad?
Antes de los 6 meses, si lacta exclusivamente, no necesita agua extra (salvo indicación médica). Al iniciar sólidos, ofrecer pequeños sorbos en vaso o vaso de aprendizaje y aumentar gradualmente según ingesta y clima, siempre sin forzar.

6. ¿El cambio a fórmula “antirreflujo” o “confort” es buena idea?
Puede serlo en casos seleccionados, pero conviene no cambiar sin revisión previa: a veces el problema es el tamaño de tetina, el volumen por toma o la postura. Si procede cambiar, te indicamos la opción y cómo hacerlo.

7. ¿Qué colores de heces me deben preocupar?
Verde puede ser normal; amarillo/mostaza en lactancia es típico; marrón en fórmula también. Blanco/grisáceo o rojo con sangre son motivo de consulta. Si además hay fiebre, dolor o decaimiento, no lo demores.

Conclusión

La mayoría de molestias digestivas en el primer año son parte de la maduración normal y se resuelven con medidas sencillas y tiempo. Lo importante es observar, aliviar y detectar señales de alarma. Si tienes dudas, no estás solo/a: podemos ayudarte a entender qué pasa y a diseñar un plan amable y eficaz para tu bebé y para vosotros como familia.


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